EL PETROLEO Y LOS MOVIMIENTOS SOCIALES

En el proceso que estamos viviendo estos días de lucha y movilización, con el fin de parar las prospecciones petrolíferas en Canarias por parte de la empresa española Repsol, aprobadas por el gobierno central, me he dado cuenta de que, la izquierda revolucionaria, tiende a alinearse a las posturas que, sin duda, acaparan y arrastran a las grandes masas. Sin embargo, considero vital un análisis en lo que a estas estrategias se refiere. Bajo mi punto de vista, es un error el hecho de alinearse a las posturas «puramente ecológicas» -a pesar del éxito social que tienen en nuestra sociedad- y no ir más allá.

Si sostenemos esta estrategia es cierto que el éxito es mucho más probable, y pararemos estas prospecciones. No obstante, considero que sólo tratar la cuestión ecológica y olvidar la soberanista porque así “arrastramos a más gente” es un error que la izquierda revolucionaria en Canarias no se puede permitir. Debemos entender que, ahora más que nunca, la población se encuentra en un proceso de polarización política: por un lado hay una evidente radicalización de algunos sectores populares por el obvio trato colonial al que Canarias está siendo sometida por parte de España en la cuestión del crudo; y por otro lado, hay una clara derechización de la sociedad canaria a raíz de la crisis estructural por la que el sistema capitalista está pasando. Por ello considero que el momento histórico que estamos viviendo es crucial para luchar contra las prospecciones en clave ecologista, pero también en clave soberanista y socialista. Debemos hacer ver a nuestro pueblo (entendido éste como la clase trabajadora y el campesinado) que las prospecciones del petróleo no sólo son un peligro para el medio ambiente de nuestro archipiélago, sino que también lo es para nuestra soberanía, pues es un expolio de nuestros recursos naturales. Mientras sigamos sin tener derecho a decidir sobre nuestros recursos, seguiremos encontrándonos una y otra vez con este tipode problemática, pues varios serán los intentos del capitalismo español por hacerse con el oro negro situado en aguas canariosaharauis.

Pero si nos empeñamos, erróneamente, en alinearnos a la postura fácil, pararemos estas prospecciones y desaprovecharemos la polarización política en la clave de una lucha de clases anticolonialista. Pararemos las prospecciones pero, ¿cuándo le hablaremos de Independencia y Socialismo a nuestra gente?, pararemos las prospecciones y todo seguirá como siempre. Este modelo monocultivista del turismo seguirá funcionando, y el auge del sentir nacionalista de los canarios disminuirá. Las condiciones subjetivas se volverán en contra de las organizaciones revolucionarias. Debemos ganar esta lucha contra el expolio y la posible destrucción de nuestro medio ambiente en caso de un derrame y, al mismo tiempo, debemos sacar a la luz el debate que se está ocultando. Es nuestro momento, no podemos esperar más porque como decía Rosa Luxemburgo «quienes esperan a las condiciones objetivas para la revolución, esperarán toda la vida». ¡Es ahora o nunca!.

Sostengo que nos interesa unirnos a las masas para obtener el éxito en este objetivo, pero se vuelve difícil hablar de revolución cuando la cuestión de las prospecciones no sea un problema. Entiéndase mi propuesta de la siguiente manera: estaremos al lado del pueblo, pero haciéndoles ver que detrás de las prospecciones del petróleo se esconde una realidad invisibilizada desde las esferas del poder: Canarias es una colonia. Y hasta que no logremos la independencia y el socialismo este problema seguirá existiendo.

No es cuestión de una «pérdida de la democracia». Pues donde hay capitalismo no hay democracia. Es más, mientras sigamos siendo colonia del Reino de España, si se sometiera a Referéndum sería España en su conjunto como “nación soberana sobre sus recursos” la que decidiría sobre el petróleo en Canarias. Es decir, desde Madrid, Bilbao, Coruña, Badajoz… se definiría la postura del “pueblo español” siendo esto claramente un expolio, legitimado por Referéndum, pero expolio.

¡Viva Canarias libre y socialista!

Ártículo escrito por Cristian Castrol Bereber